jueves, 1 de noviembre de 2012

Antón y los baños de luna.


Antón, el jefe de los monos, ha perdido su alegría habitual y anda triste y melancólico todo el día. Nadie sabe cuál es  la causa de su pesar, hasta que un día Sira y Federico lo explican todo. Hace tiempo, Federico, intrigado porque Sira le dijo que con ese nombre era normal que le gustase la música, va a visitar a Tamara, que da clases en la ciudad, quien le explica que hubo un pianista muy famoso llamado FedericoChopin, y le sugiere que asista a un concierto que va haber en el auditorio en el que tocará un músico muy bueno llamado Pietrnovski. Federico intenta entonces convencer a Antón para que vayan al concierto de piano, pero éste no parece interesarle lo más mínimo. Como es habitual, Federico, a fuerza de insistir con todo tipo de trampas consigue que Antón le acompañe al recital, pero, cuando llegan, descubren que finalmente e intérprete no será Pietranovski, sino su hermana Raskolnikova. En el concierto, embriagado por la música, Antón se enamora de la pianista, e intenta verla a la salida, pero ella ya se ha marchado. Desde ese día, Antón no puede pensar en otra cosa. No habla con sus vecinos, ni parece ver a nadie; simplemente deambula por la noche, con una extraña cara que hace pensar que se encuentra  poseído por algún ser maligno.Los monos deciden seguirle, para ver qué único que descubren es que camina hasta una colina y allí se sienta frente a la luna y la contempla durante un largo rato entre suspiros de enamorado.


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